Comics que todo fan debería de leer: Fábulas, de Bill Willingham

En 2001 el público se había hartado de la fórmula Disney de películas musicales basadas en cuentos de hadas con finales felices y animales parlantes por secundarios.El mercado se había saturado de este tipo de títulos, no solo por parte de la propia Disney, sino también por la cantidad de imitadores que surgieron con títulos como La princesa cisne, Pulgarcita, La espada mágica o Anastasia.  

De esta reacción de hartazgo surgieron distintas respuestas. Algunas, como la de película Shrek, parodiaban las convenciones de la fórmula. Otra de ellas fue la de crear versiones más oscuras y macabras de los cuentos, argumentando que estos ya eran así antes de que Disney los adaptará, aunque tengo mis serias dudas sobre si algunos de estos que te sacan el tema en las conversaciones saben algo más sobre la versión de Cenicienta de los hermanos Grimm, o si quiera que esta versión es posterior a la de Charles Perrault, en cuya versión no había mutilaciones.Muchos de estos títulos resultaron ser bastante malos, como el manga Ludwig Revolution, cortesía de Kaori Yuki, la misma mangaka que trajo al mundo Angel Sanctuary (creo que no os digo nada, y os lo digo todo), o Grimm Fairy Tale, comic americano famoso más por sus portadas subidas de tono mas que por su historia o personajes.
No, estas no son las portadas de Fábulas, por fortuna.
Tampoco son las de los doujins hentai. 

Entra en escena un veterano guionista llamado Bill Willingham, que ya llevaba trabajando en la industria del comic desde los 80 con series como Elementals, pero que nunca había contado con un gran éxito comercial con alguna de las dos grandes casas, Marvel y DC, con una serie titulada Fábulas, que parte de la premisa de personajes de los cuentos clásicos llevan siglos viviendo en una comunidad oculta en la ciudad de Nueva York, llamada Villafábula. Bill trae esta historia a Vertigo, un sello de DC Comics destinado a la publicación de comic alternativo, y que se convirtió en los noventa en referencia de comic de calidad con series tan transgresoras como Sandman de Neil Gaiman, Transmetropolitan de Warren Ellis, Los invisibles de Grant Morrison, Predicador de Garth Ennis y Enigma de Peter Milligan. Con semejante historial previo, no era difícil de ver que Vertigo estaba desesperado por nuevas series para el público adulto.

Con semejante historial previo, Bill lo tenía difícil
si quería hacer una serie buena que mantuviera el prestigio de Vertigo.
 Lo consiguió.
El primer número de Fábulas se publico en Julio de 2002, con arte de Lan Medina, y el hype fue brutal. Ganadora del premio Eisner a Mejor Serie Debutante en 2003, los fans del comic veterano no tardaron en considerarla una de las mejores series. El último número se publico en Julio de 2015, con una cantidad exacta de 150 capítulos mensuales publicados, sin contar los numerosos spin-offs como Jack of Fables, Fabulosas, Cenicienta: Desde Villafábula con amor y la antología 1001 noches de nieve. Pero, ¿realmente se merece Fábulas todos los aplausos, premios y fans que había cosechado? Bueno, eso se puede comprobar ahora:

La historia de fábulas comienza en el Nueva York actual, al menos el del año en el que la serie se comenzó a publicar. Esta situación puede suponer un problema para el autor, y por lo tanto el espectador, ya que, en vez de utilizar un personaje que acaba de entrar en contacto con el resto del reparto y que va descubriendo los elementos que conforman el mundo en el que transcurre la historia, fórmula clásica empleada en títulos como Bleach, Seirei no Moribito, XxxHOLiC, la serie animada de los 90 de X-Men, Harry Potter, Shakugan no Shana o Noragami, se nos introduce un grupo de personajes que ya conocen el mundo en el que viven y nosotros vamos recabando información a través del diálogo de estos, recurso empleado en series como Spice & Wolf, Attack on TitanWolf's Rain, Otoyomegatari o Log Horizon. Así, el primer arco argumental, Leyendas en el exilio, se centra en la presentación de los personajes y el mundo en el que viven. El misterio que se nos muestra, resolver la desaparición de Rosa Roja, hermana de Blancanieves, como eje del argumento no es otra cosa que una excusa para ello. He de destacar que este es, a demás, uno de los pocos argumentos que esta relacionado con eventos del momento, en este caso el estallido de la burbuja de las punto com, evento en el que Jack, novio de Rosa roja, pierde una gran cantidad de dinero, lo que desencadena un plan para librarse de una deuda que no puede pagar.

A través de esta escena de diálogo
entre el Lobo Feroz y la Bella Durmiente
se nos revela información
que luego tendrá repercusiones
en el argumento
Como ya he dicho antes, es la comunidad oculta de Villafábula y sus habitantes la razón por la que el primer arco argumental es contado, por lo que deberían de proporcionarnos unos personajes lo bastante carismáticos y un mundo interesante para atrapar al espectador y darle una razón para continuar leyendo. Los personajes, empezando por Blancanieves y el Lobo Feroz, pareja protagonista, son todos ellos carismáticos, variados, con gran química entre ellos, con un diálogo ágil y que nunca se siente forzado. Las personalidades están bien definidas, las motivaciones son comprensibles, y las acciones nunca son incoherentes. Puede que esto parezca una tontería, pero a veces se echa de menos, y muchos autores se olvidan de esto. En cuanto a la construcción del mundo, la historia nos cuenta que los personajes de los cuentos, o fábulas, como se llaman a ellos mismos, vivían en en unos mundos paralelos, que ellos llaman Tierras Natales, hasta que un villano del que inicialmente nadie conocía su identidad u origen, al que todos conocen por el nombre del Adversario, y se han visto obligados a refugiarse en nuestro mundo. Esta premisa es clásica de una obra de fantasía, pero Bill no se limita solo a ello, incluyendo géneros como el policíaco, el thriller político, el drama, la fantasía, o el espionaje. Tantos géneros pueden resultar, en muchos casos, una combinación que termina resultando más nociva que beneficiosa. Y aunque es cierto que Fábulas logro mantener la calidad durante la mayoría de la trayectoria del título, es cierto que hay algunas etapas mejores y peores que otras. Podemos dividir la serie en cuatro etapas:

  • 1ª etapa: Abarca desde el primer arco argumental, Leyendas en el exilio, hasta Las crueles estaciones. Se centra sobre todo en la relación entre la pareja protagonista, Blancanieves y el Lobo Feroz, y la vida en Villafábula. La figura del Adversario se menciona más que aparece, y de hecho, el único arco en el que el ejerce de antagonista, La Marcha de los Soldados de Madera, no llega a intervenir directamente en los hechos, aunque estos se desencadenen por orden suya, y ni siquiera aparece como tal. 

  • 2ª etapa: Abarca desde Las Tierras Natales, arco en el que se revela la identidad del Adversario, hasta Guerra y Paz, en el cuál le derrocan. Se centra sobre todo en los planes del Gobierno de Villafábula para derrotar al Imperio, y el numero de personajes que se convierten en el foco principal aumenta, relegando a la pareja protagonista de la anterior a un segundo plano. A pesar de todas las subtramas, la escritura es ágil y logra mantenerlas conectadas, con un rápido desarrollo que permite que ninguna se vuelva pesada.

  • 3ª etapa: Comienza con La Edad Oscura y podemos decir que termina con el número 100, o el posterior arco argumental, Supergrupo. Tras la caída del Imperio, una antigua y poderosa fuerza conocida como el Oscuro es liberada y los habitantes de Villafábula deben ocultarse y tratar de que no los encuentre, mientras que buscan un plan para derrotarlo. Esta etapa cuenta con partes muy buenas, como Rosa Roja, en la que se nos revela el pasado de Blancanieves, pero también el peor título de ya no solo la serie, sino de la franquicia completa, El Gran Crossover de Fábulas, un crossover con la serie spin-off Jack de Fábulas, el cuál al terminar no aporta nada ni a un título ni a otro. Aún así, esta etapa puede resultar para muchos un alargamiento innecesario una vez que el objetivo principal, derrotar al Adversario, ya se había logrado, remplazandolo además con un antagonista bastante genérico y cliché, pero que en aún así logra tener sus momentos brillantes como antagonista.

  • 4ª etapa: Esta etapa, la última, se diferencia de las dos anteriores por no tener un objetivo fijado como sus dos predecesoras, y por la ausencia de un antagonista principal que fuera hilo conductor del conflicto en la historia. En su lugar tenemos villanos sueltos, introducidos algunos provocando gran expectación para luego ser derrotados con suma facilidad, o villanos que rozan lo caricaturesco, muy mal escritos en comparación a los de etapas anteriores. Aunque algunos arcos argumentales como Los Cachorros en el País de los Juguetes son de los mejores en toda la serie, no dejan de dar la sensación de que podrían funcionar perfectamente como historias o series independientes, lo cuál no es algo malo en un principio, solo que la historia ya manifiesta síntomas de que debería acabar. Y lo hizo, en el numero 150, con un final anti-climático, pero satisfactorio.

Anécdota: Inicialmente se tenía planeado
 que Peter Pan fuese el Adversario,
pero se terminó descartando por
problemas de derechos de autor
A pesar de mis quejas sobre las dos últimas etapas, hay que destacar que no estoy diciendo que estas sean malas, solo irregulares, sobre todo en comparación con las otras dos anteriores. También he de destacar que, con altibajos o sin ellos, la historia logra mantener la calidad y la consistencia del conjunto, y lo considero una lectura recomendable. Gran parte de esto se debe a uno de los puntos fuertes de Fábulas, que son sus personajes. La galería de personajes que nos presenta la serie es extremadamente amplia, y por lo tanto, un guionista a de ser hábil para poder dar a cada personaje el tiempo justo, desarrollo adecuado, motivaciones, personalidad...todo ello sin que algún personaje no resulte repetitivo o copia de otro. Por fortuna, Bill logra manejar el amplio reparto, dotando a cada personaje de una personalidad distinta. Hay que destacar que, aunque esta es una serie sobre personajes de cuentos, eso no significa que sepamos desde un principio quienes son los buenos y quienes son los malos. Aunque es cierto que entre los protagonistas también tenemos a héroes clásicos como Blancanieves, Cenicienta, Mowgli o Pinocho, entre los habitantes de Villafábula podemos encontrar a villanos como el Lobo Feroz o Frau Totenkinder, la bruja de Hansel y Gretel y Rapunzel, entre muchos otros cuentos, y en cambio personajes como Hansel, Gepetto, Ricitos de Oro o Dorothy de El mago de Oz aparecen como antagonistas. Esto se debe a que, aunque se procura mantener fiel al cuento original, siempre se trata de incluir algún giro en el carácter de cada personaje para impactarle. Por ejemplo, que el Príncipe Azul en realidad sea un mujeriego y que tenga tres ex-esposas, Blancanieves, la Bella Durmiente y Cenicienta, o que Pinocho no haya crecido en siglos y por tanto se encuentre frustrado por ser un niño eternamente. Pero estos cambios nunca se ven forzados, y siempre las motivaciones y explicaciones del por qué son claras y coherentes.


También hay que destacar un aspecto que muchos han aclamado de la serie, y ese es la caracterización de los personajes femeninos. Muchos han resaltado la capacidad de Bill de caracterizar a los personajes femeninos sin recurrir a estereotipos, o que en algún momento se sienta que el personaje este ahí para ser la damisela en apuros o un par de tetas que hablan. Es cierto que este caso de caracterización no es único de los femeninos, y como ya he dicho antes, todos los personajes tienen sus personalidades, motivaciones y arcos bien definidos, pero se agradece tener una serie dónde los personajes femeninos sean fuertes sin la sensación de ser Mary Sues o estar ahí para atraer a las niñatas poseurs de tumblr.


Y como estamos hablando de un comic, no puedo marcharme sin antes hablaros de los dibujos. El plan original de Fábulas era hacer algo similar a Sandman, con un nuevo arco argumental siendo dibujado por un artista distinto. El primer arco, Leyendas en el exilio, fue dibujado por Lan Medina, quién, aunque desde luego su estilo realista y urbano encajaba bien con el tono de los primeros capítulos, es cierto que en cuanto empezaron a introducirse mas elementos fantásticos en la historia, esto podría no haber encajado tanto con el tono que la obra iba adquiriendo. De hecho, en todos los capítulos en los que Lan Medina regresó como dibujante, todos ellos transcurren en Nueva York. El segundo dibujante, Mark Buckingham, se terminó convirtiendo en el dibujante de la serie, haciendo desechar la idea de distintos dibujantes para cada arco argumental. Esto se debe a que los dibujos de Mark lograban esa atmósfera de cuento de hadas contemporáneo de la que los dibujos de Medina carecían. Además, se puede apreciar a evolución del arte de Buckingham desde Rebelión en la Granja, el primer arco argumental en el que dibujó, hasta el número 150, especialmente en como las figuras y los rostros van adquiriendo cada vez mayor detalle. Mientras que los paisajes y criaturas, tanto en el mundo mundano (como llaman los habitantes de Villafábula a nuestro mundo) como en las Tierras Natales, son simplemente espectaculares y bien logrados.

Pero que Buckingham se convirtiera en el dibujante habitual no significa que la serie contara con la colaboración ocasional de otros artistas entre ellos Bryan Talbot, autor de Historia de una rata mala y Corazón del imperio, y dibujante de Sandman: Un juego de ti; P. Craig Rusell, quién ha adaptado al comic Coraline y El Libro del Cementerio, dos libros infantiles de Neil Gaiman, autor de Sandman; Phil Jimenez , colaborador habitual de Grant Morrison en títulos como Los invisibles o New X-Men; o Tara McPherson, quién ya había trabajado con Willingham en la miniserie Sandman presenta: Thessaly, como portadista.

Y es en las portadas dónde el arte de Fábulas mas resalta, especialmente las realizadas por James Jean, cuyas imagenes de ensueño capturan a la perfección la atmósfera de cuento. Por desgracia, James no solo dejo de hacer las portadas en el numero 81, sino que además se retiro de la industria del comic. Toda una perdida, pues era uno de los portadistas mas talentosos que jamás se haya visto. Joao Ruas, el portadista que le sucedió, no era malo, pero digamos que es difícil que tu trabajo sea apreciado cuando muchos te ven como el sustituto, y el sustituido era adorado por todos. Sus portadas no son malas, pero las falta el toque que James tenía.

Fábulas es una lectura absolutamente recomendable para los amantes de los comics, los cuentos de hadas, o si solo eres un curioso que busca una nueva lectura que enganche y que deje un impacto en ti.

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